La humanidad siempre ha tratado de conocer el mundo. La voluntad (entendida como capacidad de querer) le mueve, y la capacidad intelectiva le permite crecer en conocimientos. Vemos fenómenos de la naturaleza y queremos comprenderlos, desentramarlos. De esa búsqueda surgen las leyes físicas, matemáticas… que explican dichos procesos. Así mismo, éstas leyes son asumidas por la cultura y se manifiestan en el campo del saber y las ciencias sociales, dando lugar a teorías filosóficas, sociales, etc; y el mismo proceso se da en los ámbitos de la innovación y la tecnología: las leyes matemáticas y físicas se materializan en nuevos desarrollos y avances tecnológicos. Con el tiempo, la sociedad hace suyas dichas teorías filosóficas y las tecnologías se democratizan, de forma que las leyes matemáticas, físicas…terminan por impregnar la cultura y los comportamientos de la población.

Mapa de Königsberg en la época de Leonhard Euler, que muestra dónde se encontraban los siete puentes (en verde claro) y las ramas del río (en celeste).

Es evidente que somos activos, que no hablamos de determinismo (como tal), sino de una construcción procesual, sin límites establecidos, en la que personas, tecnología, ideologías o cosmovisiones y leyes físicas o matemáticas, además de otros elementos, como la economía, interactúan, dando lugar a manifestaciones culturales de lo más diversas e impredecibles.

¿Cómo podemos aplicar esta reflexión al transmedia? Bien, el transmedia es posible gracias a la convergencia de medios, la convergencia es posible por la reticularidad y el digital, la reticularidad surge teóricamente de la Teoría de Grafos. Vale, entonces vayamos al origen de la Tª de Grafos y veamos si existen relaciones con las innovaciones tecnológicas y las teorías filosóficas y cosmovisiones.

En 1736 le plantean a Leonhard Euler el Problema de los puentes de Königsberg. La pregunta era: “¿Es posible dar un paseo comenzando desde cualquiera de estas regiones, pasando por todos los puentes, los siete, recorriendo sólo una vez cada uno, y regresando al mismo punto de partida?”. Esta pregunta es considerada el origen de la Tª de Grafos y, para nosotros, los primeros pasos hacia la instauración de la narrativa transmediática.¿Por qué? Porque la Tª de Grafos está en el origen de la Computación y de la reticularidad de Internet, como ya exponía Gonzalo Martín en su entrada sobrePaul Baran, y ésta es una rasgo necesario para la convergencia de medios, luego para el transmedia; porque la Tª de Grafos está en el origen de la Tª del Caos, el concepto Holístico de la Antropología, la Tª de Redes Sociales, la Tª de los Seis Grados de Separación, etc.; luego influye en la historia de las ideas que termina por manifestarse en los comportamientos e impregnar la cultura y la sociedad.

Por otro lado, ¿qué hay en la naturaleza que se rija por leyes parecidas a las mencionadas? Nuestro cerebro, la meteorología, la estructura del ADN (que encima es digital, pero ya volveremos sobre eso), etc. La pregunta no debería ser qué hay, sino, ¿qué hay en la naturaleza que no siga esas leyes?

El transmedia es la manifestación como estructura narrativa de todo el proceso descrito en este artículo. ¿Alguien sigue pensando que el trasmedia o las hipermediaciones son sólo una moda? ¡Qué valiente!

*La imagen es un archivo de Wikimedia Commons, un depósito de contenido libre hospedado por la Fundación Wikimedia. Autor: Bogdan Giusca.