¿Por qué teorizar transmedia? ¿Por qué un título tan ambicioso que me da vergüenza? Más que nada, para establecer bases teóricas que nos sirvan para entender todo aquello que aprendemos con los análisis prácticos de quienes aquí escriben, para entender de dónde viene el transmedia y cuáles son sus posibilidades, hacia dónde va.

Simplemente cuanto mejor conozcamos las características y reglas esenciales de aquello que tenemos entre las manos, más capacidad tendremos de entenderlo y de relacionarnos con ello. Como la meteorología, que es la ciencia menos predecible que existe, demostrado está; sin embargo, un meteorólogo o una persona que trabaje en el campo es muy probable que puedan decirnos que tiempo hará mañana, y que acierten.

Existen otras causas añadidas, como decía Guillermo Orozco Gómez, “vivimos una época de esquizofrenia epistemológica por la ausencia de una visión abarcativa de las nuevas realidades comunicativas”. Y uno de los términos perjudicados ha sido el transmedia, que señalado como hype, sufre la infravalorazión por parte de ciertos ámbitos y disciplinas. Equivocadamente, a mi entender.

Pero, ¿por qué le ha ocurrido esto al transmedia? Hemos de tener en cuenta que los “nuevos medios” son estudiados, analizados, conversados desde puntos de vista muy diferentes, disciplinas con objetivos aparentemente incompatibles que, en ocasiones y erróneamente, se niegan a dialogar.

Por un lado, el mundo de la empresa, el marketing y la publicidad, que buscan adaptarse rápido para obtener resultados y parecen disfrutar al encontrar nuevas herramientas para ejercer su trabajo (véase Henry Jenkins, Jeff Gomez); por otro, los teóricos de la comunicación y lingüistas, tratando de establecer un marco teórico donde desarrollar su actividad -para lo que es necesario un lenguaje científico- y de argumentar la continuidad con las teorías de la comunicación que les precedieron, o que éstas no se ignoren, lo que es lógico y bastante sabio (véase Carlos Scolari, George Landow); por último, el mundo de la antropología, la sociología…, centrados en los usuarios, en cómo usan las tecnologías, en cómo esto repercute en las relaciones entre los usuarios, en sus vida cotidiana, y en el poder que otorgan las tecnologías y los procesos de consumo cultural, en…(véase Mediacciones y Media/Anthropology, Manuel Castells)

Dentro de este análisis, y por cómo han evolucionado los acontecimientos, podemos decir que el transmedia fue inicialmente adoptado por los profesionales de la publicidad, el marketing, el mundo de la empresa. ¿Extraña? Espero que no. Las empresas son las primeras en buscar soluciones prácticas ante las nuevas realidades, pues su actividad depende que una correcta y rápida adaptación a los cambios. Así, el transmedia fue rechazado por aquellos que, temerosos del poder de los nuevos medios, se oponen a todo lo que huela a economía y mercado. Error, en una época de convergencia, ¿se puede creer alguien que ésta sólo se produce en el mundo de los medios?

Posteriormente, y como aclaración, el transmedia fue adoptado por los guionistas, era y es una herramienta y mundo por explorar maravilloso para cualquier creativo. De hecho, supongo que nadie se sorprende, pues entre la industria publicitaria y la cinematográfica o televisiva cada vez hay menos distancia; de hecho, comparten objetivos hoy día, entretener y vender entreteniendo.

Pero, ¿qué es realmente el transmedia? ¿De dónde viene? ¿Surge de la nada o hay una base sólida en la historia de las ideas, de la ciencia y de los medios que lo explique? ¿Es una forma narrativa? ¿Un producto? ¿Es lo mismo un producto transmedia que una narración transmedia? Respondiendo a estas preguntas pondríamos las bases para responder a otras, como, ¿es lo mismo transmedia que crossmedia? Y la más importante desde mi punto de vista, ¿cuál es la relevancia o potencial relevancia del transmedia?

Precisamente por eso esta entrada se llama “Teorizando transmedia: Introducción”, porque habrá otras, ¿hasta dónde llegaré o llegaremos? Ni idea. Anticipo que habrá, Teorizando transmedia:

  • Los orígenes.
  • La tridimensionalidad del transmedia.
  • Diferencias y semejanzas con el crossmedia.
  • Ámbitos de geográficos de aplicación: local, nacional, global
  • Ámbitos temáticos, industriales y empresariales de aplicación

Y es probable, aunque quizá como entradas sin el “teorizando…”, que hablemos de si realmente existen los nuevos medios; del transmedia y la participación activa del usuario, fan, consumidor…; de algunos posibles proyectos, como ejemplo; de las comunidades y fórmulas de generación de las mismas; de la organicidad del nuevo ecosistema o vivisistema mediático; del valor del juego en el transmedia; de… Pero todo depende, como es lógico, del interés, aceptación y participación. Me identifico con las palabras de Carlos Scolari y la importancia del registro oral, esto es una conversación, y yo sólo una voz más lanzando ideas y preguntas.

Por el momento, y para explicar el porqué de mi interés como comunicador, empresario y antropólogo por el transmedia como narrativa, y la importancia que le otorgo, valga la siguiente reflexión. Si, como decía el recuperado M. McLuhan, “primero modelamos nuestros instrumentos, después ellos nos modelan a nosotros”, deducimos que las tecnologías intervienen en nuestra relación con el mundo y la concepción que tenemos del mismo; pero, ¿qué pasa cuándo nuestra relación con las tecnologías varía nuestra forma de construir el conocimiento?

Las nuevas tecnologías, en especial Internet (reticularidad) y el digital, han posibilitado la existencia del transmedia, una nueva fórmula narrativa, que como explicaré en su momento es tridimensional, lo que lleva aparejado el pensamiento espacial. El lenguaje es la herramienta de la razón con la cual construimos el mundo al dotarlo de nombres, las historias o narrativas son nuestras formas de expresar esa concepción del mundo que previamente habíamos aprehendido nombrándolo, son la manifestación de nuestra forma de conocer.

Que se extienda una fórmula narrativa como el transmedia, algo inevitable pues hemos cruzado el punto de no retorno -la convergencia mediática-, deviene, por lógica, en una modificación de las capacidades cognitivas de los usuarios. Otra cosa es el uso que se haga de la tecnología. Aún así, volviendo para finalizar, como el transmedia es propio de las nuevas tecnologías, y todos seremos usuarios tecnológicos, todos nos veremos modificados o influidos por el transmedia y, por ende, por el pensamiento espacial.

Y dicho más simple, aquellos que no eran capaces de pensar espacialmente en clase de dibujo técnico, lo verán; la transdisciplinaridad será norma, ¿por qué? Por la propia esencia de la tecnología. Pero sobre este tema y sobre el multitasking, ya volveremos, y con gráficos, más ejemplos y mucho menos texto, es “casi una promesa”.

 

Créditos: la imagen pertenece a la galería de Adriana Cecchi, distribuida con licencia CC.